La historia continua donde lo dejó la segunda novela, "La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina". Lisbeth Salander está recuperándose en el hospital, en una habitación cercana a la que está ingresado su padre, que la ha intentado matar y al que ella ha intentado matar. Mientras, Mikael Blomkvist y su hermana, abogada, van preparando la defensa de Lisbeth en el futuro juicio y preparando un libro y serie de artículos contando toda la historia.
Por supuesto, los malos no es están quietos y les ponen las cosas muy difíciles.
La novela, al estilo de las anteriores, está muy bien y engancha, haciendo a pesar de su tamaño que se lea rápido. Esta serie se ha convertido en una de mis preferidas.
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